2.- Just to dance with you.

Había llegado el día de la boda de John y Breana.

Paul se vio súbitamente obligado a levantarse temprano ya que sabía que Eleanor no estaría ahí para darle de desayunar. 

Abrió los ojos a las 8 de la mañana con 15 minutos, oliendo a alcohol. Le dolía la cabeza. Se talló a detalle los ojos con ambas manos y apretó su cabeza. Suspiró. Volteó y vio lo vacío de la cama una vez más.

Creía que se empezaba a acostumbrar a no verla ahí.

Mary comenzó a llorar como todos los días a esa hora. 

Se levantó sin ganas, fue a su cuarto y la cargó. Caminó hasta el cuarto de Law. 

-Law...- le dijo desde la puerta, el llanto de Mary fue lo que la despertó en sí.

-¿Sí?...- Se despertó.

-Levántate ya, métete a bañar, iremos a la fiesta de John.

-¡Sí! Fiesta...- La niña se paró de la cama con alegría.
Paul, después de bañar a Mary y darle de comer le puso un vestido color rosa y recordó el día en el que Alice lo había comprado.

"-Hey, Paul... Mira...- abrió una bolsa color blanco y sacó un pequeño vestido rosa- ¿No es hermoso? Se lo pondré en la boda de John y Breana.
-¿Y le queda?
-Claro que sí, tonto...
-No me gusta.
-Pero a Mary sí. ¿Tú que sabes de gustos?" 

Aún podía recordar como sonrió aquella vez frente a ella. Suspiró.
-Listo...- le dijo a Mary, dándole un pequeño beso y sentándola en la alfombra con juguetes por todos lados- ¡Law! ¿Has terminado ya?
-¡Sí!- gritaba desde el baño
-¡Ven aquí y cuida de Mary!
-¡No quiero!
-Law, vamos, tengo que ducharme
La niña salió del baño envuelta en una bata, temblando de frío.
-¿Y qué voy a vestir?
-Mierda...
-¡Papá!
-Lo siento, omite eso...- Tomó su mano y caminaron al cuarto de la niña, Paul abrió su ropero y sacó un vestido- ¿Te gusta este?
Negó con la cabeza
-¿Y éste?- Volvió a negar- Está bien...- Siguió buscando, terminó por sacar un vestido color amarillo
-¡Ese!- gritó Law.
-Está bien, cuando termines de vestirte ve y cuida a Mary, yo iré a bañarme porque es muy tarde.
-Pero ¿quién me va a peinar? ¡No puedo subir el cierre de mi vestido yo sola!
-¡Está bien!- Paul revoleó los ojos.
Ayudó a Law a vestirse y después le cepillaba el cabello para atarlo en dos coletas en cada lado de su cabeza, no le quedaron, una estaba más arriba que la otro.
-Papá...
-¿Qué pasa?
-No están bien.
-¡Claro que sí! Mira qué bonita te ves...
Law hizo un puchero.
-Es demasiado tarde, ve y cuida a tu hermana...- Paul salió de ahí apresurado, se duchó se puso un traje, el mismo traje con el que había ido a bailar alguna vez con Alice en blackpool.
Recordó aquella vez.
Habían salido de imprevisto y habían ido a bailar a alguna fiesta de ahí. Recordó qué hermosa lucía Alice y sonrió con tristeza.
Sacudió la cabeza.
Los tres subieron al auto y Paul condujo hasta la casa de John, donde tendría que firmar como testigo junto con Eleanor.
Se imaginó que si Alice estuviera ahí, ella hubiera sido la que habría firmado.
No podía dejar de pensar en ella, no podía dejar de estar triste, no podía dejar de querer llorar.

-¡Pero qué hermosa te ves!- dijo Breana a Law, que tomaba refresco sentada en una mesa
-Mentira. Paul no sabe amarrar cabellos.
-Pero te ves linda.
-Gracias. Tú también- Law sonrió.
-Qué bien que has venido, Paul
-¿Cómo podía faltar? - Breana sonrió- ¿Estás bien?
Paul se sentía molesto cada que le preguntaban por su estado de ánimo, sin saber por qué.
Asintió, fumando.
-No es bueno que fumes frente a tus hijas, sabes.
-Gracias por el consejo, Breana. ¿Dónde está Eleanor?
-Tu cuñada está...- Breana buscaba con la mirada- ¡Por allá!- señaló algún lugar- Coqueteándole a Ringo como siempre...- Dijo con hastío.
-¿Te molesta?
-¡Oh, por favor, Paul! Lo nuestro ya fue hace mucho. Y ahora estoy casada- señaló su anillo.
John llegó junto a ellos.
-Hola, mamá Paul.
-Bastardo.
-¿No trajiste a la niñera de las niñas?
-No, esa señora no trabaja bien y la despedí.
-¡Pero serás un desastre!
-Quiero experimentar.
-No podrás- dijo John
-Oh, vamos, cariño, deja que Paul experimente.
Llegó Eleanor con una copa con un líquido dorado
-¿De qué hablan?- preguntó
-De cómo Ringo te sonroja las mejillas- Eleanor se sonrojó aún más.
-¡Oh, basta Paul!... ¡Law, qué linda te ves!
-No- contestó frunciendo las cejas.
Eleanor estaba muy sonriente.

Al caer la noche, como en todas las fiestas, comenzaron a bailar. Breana con John, quienes se veían más que enamorados, recién casados, sonriendo.
Paul cargaba a Mary, quien estaba ya dormida. Law había ido a jugar con Matt, aún estaba muy pequeño pero ya sabía caminar.
Eleanor y Ringo de un momento a otro se encontraban besándose en un rincón del jardín. Paul los miró sorprendido y por un momento sonrió.
George y Pattie también se encontraban bailando.
Paul cerró los ojos y se acordó de Alice y él bailando en la boda de Pattie y George.
No podía estar ahí, se sentía triste, se sentía mal.
Comenzó a llorar...
-¡Hola!- se secó las lágrimas y volteó a mirar a su derecha
-Hola...- dijo sin inmutarse.
-¿Estás solo?- le preguntaron.
¿QUÉ? ¿Era una broma? ¡Una broma! ¿Acaso era la única persona en la tierra que no sabía que la mujer más hermosa del mundo había muerto, dejándolo solo? pensó.
-Sí. Solo. Muy solo- respondió molesto.
-Uy, lo siento...- Se quedaron callados por unos momentos- ¿Sabes... es... es tuya?
-¿Quién?
-La niña, la de las coletas.
Asintió.
-Es que es hermosa pero no se parece a ti a comparación de la bebé. Sabía que tenías hijas- la chica sonrió- ¿Y dónde está su mamá?- La chica miraba a la pista de baile, con una sonrisa, moviendo el pie al ritmo de una canción de rock and roll.
Paul por fin la volteó a ver bien, con molestia.
- Murió.
La sonrisa de la chica se borró.
-Lo siento...- Se incomodó con exageración y prefirió quedarse callada como por diez minutos.
Pero después no pudo evitar preguntarle "¿quieres bailar?"
Paul lo pensó, lo que quería era irse de ahí, terminó aceptando. Necesitaba distraerse o caería en una extrema depresión.
Salieron a bailar...
-Vamos, sonríe- le pidió la chica. Paul fingió una sonrisa el resto de la canción.
-Sabes... creo que es hora de irme.
-No... Vamos, una canción más.
Paul revoleó los ojos, y se quedó una canción más. Fue incómodo, pues era una balada de esas que se bailan muy junto a su pareja.
La chica rió, pues Paul estaba casi a un metro de ella.
-Sabes... creo que mejor...- Pero éste se acercó y la abrazó, soltándose a llorar con desesperación pero en silencio. Imaginarán la cara de sorpresa de la chica.
-Lo siento- dijo separándose unos minutos después- Lo siento tanto...
-No, está...- Paul se fue- Bien...
Tomó a Mary y fue por Lawrence para irse de ahí.
-Pero no me quiero ir.
-Vamonos, Lawrence- Tomó su mano y salieron de ahí sin despedirse.

* * * * * 

-¿Con quién bailabas?- preguntó Law, alzando las manos para que Paul le quitara el vestido y le pusiera la pijama

-No lo sé.

-Sí... lo sabes. Mamá se enojará. 

-No lo sé y... Law... 

-¿Qué pasa?- se había sentado en la cama

-Duérmete ya.

-No quiero dormir sola, me da miedo.

-Tienes que hacerlo. Te quedas sola toda tu vida.

-¿Qué dices? Viviré contigo siempre

Paul sonrió.

-Vamos, sólo esta noche.

-Está bien...

Lawrence sonrió y le hizo un espacio a Paul en aquella pequeña cama.