5.- :D

-Bueno y ¿no crees que... ahora que nos conocemos formalmente sea una buena idea que cuide de tus hijas? Ya sabes a mí me... encantaría- La chica lo miraba con esperanzas de que le dijera que sí.
-¿Cuál es su afán de que cuides de mis hijas?- preguntó Paul, Rachel bajó la mirada- No, no lo dije para parecer grosero es sólo que...
-Bueno,  la verdad es que no lo sé. Eleanor, Breana y Pattie me han insistido mucho. Además te ves demasiado mal- esto incomodó a Paul, que comenzó a tantearse la cara, para ver si tenía algo malo- Es decir- arregló la chica- tu ánimo está por los suelos.
Paul asintió.
-Y creo que distraerte un poco te hará algo de bien.
-¿Cómo distraerme?
-No sé, sal más con los chicos...
-No te conozco y me das más consejos que mis amigos.
Rachel volvió a incomodarse.
-Lo siento...- se disculpó Paul- he tenido muy mal humor los últimos meses...
-Está bien- fingió una sonrisa.
-¿Y a qué te dedicas?
-Me acabo de graduar en mi carrera de derecho pero la verdad lo mío es modelar.
-¿Modelas?
Asintió. Paul sonrió.
-Soy amiga de Pattie, por eso nos conocemos
-Te ves demasiado joven
-Tengo 22 años.
Paul rió a carcajadas
-Eres demasiado joven
-Discúlpeme, señor.
-No soy un señor- frunció las cejas- ¿Y vives con tus padres, aún?
Rachel soltó una risa muy sarcástica.
-No, vivo sola. Aunque mis padres viven en Liverpool.
-Como el mío.
-¿De verdad?
-Sí, soy de ahí.
-¡Yo también!- dijo con entusiasmo- Incluso era vecina de Breana.
-¿Qué? ¿Y ... dónde estuviste todo este tiempo? Es decir... Eres amiga de Pattie, fuiste vecina de Breana y jamás te conocí
La chica sonrió. Estaba loca por él. Siempre. Desde que lo vio en la televisión y escuchó el primer disco o aquella única vez que los vio tocar en The Cavern.
-No lo sé, simplemente Pattie me invitó a la boda de Breana y ahí nos "conocimos". Después llegamos a la conclusión de que era su vecina en Liverpool.
-¿Dónde estudiabas? ¿Ibas con Breana?
-En el Liverpool Institute...
-¡No puede ser! Yo iba ahí.
-Pero... Dos años más arriba que yo. Jamás recuerdo haberte visto. En cambio a Breana sí.
-¿Conociste a Alice?
-Alice...- Rachel pensaba, ladeó la cabeza y frunció la expresión- Creo que no.
-Breana y ella eran amigas. Debiste conocerla
-¿Cómo era?
Paul sonrió y soltó una risa al recordar.
-Usaba lentes, siempre llevaba trenzas, vestía sacos de su abuela...- Sonrió aún más.
-Supongo que sí. No lo recuerdo.
Law llegó a con ellos de la mano de Mary, quien lloraba
-¿Qué ha pasado?- preguntó Paul, asustado
-Estábamos jugando y la tonta se cayó.
-Oh... pequeña...- Paul la cargó.
-Ni siquiera se pegó. Es una exagerada.
-No le hables así... Es una bebé.
-Quiero ir a casa...
Paul intentaba calmar el llanto de Mary, lo logró en unos minutos dándole un fuerte abrazo.
-Pero aún no hemos comido.
Law se notaba fastidiada. Se sentó a un lado de ellos.
-¿Cómo te llamas?
-Rachel.
-Hola... Soy Law.
-Hola, Law.
La niña mecía sus pies y sonreía, recargando las manos en la orilla del sillón.
-¿Puedo tocar tu cabello?- preguntó Law
-Claro...- dijo un poco extrañada.
La niña se acercó y lo acarició
-Es bastante suave y negro, como el de mi papá.
Rachel rió.
-Bueno... los dejo solos- la niña guiñó el ojo, o al menos eso intentó, pues hizo una mueca muy extraña.
-Tu hija es muy linda...
-No es mi hija, es la hermana de mi ex esposa.
Rachel volvió a reír.
-Es todo muy revuelto.
Cualquiera ahí diría que Paul le estaba contando chistes a cada minuto, pues la chica aprovechaba cualquier ocasión para reír o sonreír a cualquier comentario que el chico decía, incomodandolo un poco.
-¡Chicos la comida está hecha!- gritaba Breana, desde el comedor donde se encontraban George, John y Pattie hablando y fumando porros.
Paul los miró desde el sillón en donde estaba.
-¿Has fumado?
-Tabaco.
-¿Te interesa fumar otra cosa?- decía Paul sacando de su bolsa un pequeño porro ya preparado, listo para ser encendido.
-Ahora no...
-Como quieras...- Le dio la primera probada- ¿Sabes? No creo que sea bueno decirlo, pero John y George me han estado ofreciendo un poco de eso que toman
-¿Ácido?
Paul asintió, le decía todo eso como si tuviera la confianza, pero, ¿y qué? si probablemente iba a ser la próxima nueva niñera.
-¿Y aceptas?
-No, eso ... me da un poco de miedo.
Rachel sonrió.
Empezaba a manar el olor a comida.
-Me está dando hambre.
-¿Vives en la ciudad?
Asintió...
-Tal vez... después de... de que acabe todo...
Se quedó callado.
-Olvídalo.
Las esperanzas de la chica cayeron hasta los suelos.
Se levantaron de ahí y fueron a comer con todos.
Pero, efectivamente. A las 7 de la tarde Paul se ofreció a llevarla a su casa. En el camino surgió de nuevo la plática.
-Sabes... creo que intentar tener una niñera no es mala idea. Más si es alguien joven y fuerte como tú.
Rachel sonrió.
-No te vas a arrepentir.
Paul le devolvió el gesto.
-¿Quieres ir a ver la casa primero? ¿Cuándo empezarías?
-Cuando me digas.
Entonces Paul condujo hasta su casa, en el camino, por la carretera iban escuchando el radio, pasó una canción de The Beatles
-¡Oh, dios!- dijo la chica, y subió el volumen de la canción. Era I Want To Hold Your Hand- ¡Amo esa canción!
Paul rió. La chica comenzó a cantarla.
-¿Eres fan?
-¡Claro!- dijo con entusiasmo- Jamás he ido a un concierto, pero supongo que con conocerlos en persona me conformo- rió.
-Serás buena amiga, esas zorras siempre se hacen amigos de cualquier persona- decía dando vuelta en una calle.
A Rachel le sorprendió pero le dio gracia cómo Paul se había expresado de los demás.
Llegaron a Cavendish y entraron a la casa. Law corrió adentro y subió a su cuarto directo a cambiarse el vestido que su padre le había puesto.
-Es demasiado grande.
-Cierto. Mi plan era llenarme de hijos.
Rachel rió.
Paul suspiró.
-Pero ya vez... Igualmente, creo que compraré una granja en Escocia. Tengo conocidos ahí.
-Sería bueno vivir en una granja. Siempre me han gustado los animales.
-¿De verdad?
-Enserio. Amo montar a caballo. Soy vegetariana, de hecho...
Eso impresionó a Paul.
-Una vez- le contó- intenté ser vegetariano... Sólo duré tres días.
Rachel rió.
-Es fácil. Tal vez luego te cuente cómo pude serlo...- Se acercó a un estante y vio una foto de Paul junto a Alice- ¿Ella es tu esposa?
-Claro- dijo con dolor.
Se le quedó viendo.
-Creó que sí la conocía- dijo al cabo de unos minutos observándola- Sí. Iba con Breana. Creo que yo era una de las chicas que la molestaba- rió.
-¿Y quién no?- Paul rió.
-Es una enorme coincidencia...
-¿Quieres algo de beber?
-No. Me iré a mi casa.
-¿Quieres que te lleve?
-No, gracias. No vivo demasiado lejos a decir verdad.
-Pero es muy noche.
-En serio, estoy bien.
-Vamos, yo te llevo...
-Paul, es demasiado lo que has hecho por mí.
El chico se extrañó. ¿Qué había hecho por ella?
-Es decir- agregó Rachel- el darme el trabajo que venía buscando desde hace tiempo.
-¡Oh! Y siento haber sido tan grosero la vez pasada- dijo apenado.
-No te preocupes, lo entiendo- la chica se acercaba la puerta- En fin. ¿Cuándo empiezo?
-Mañana mismo si quieres.
Rachel sonrió. Una sonrisa conmovedora, como sólo ella sabía sonreír.
-Hasta luego, jefe- dijo haciendo una seña militar, alejando su mano de su frente.
Paul sonrió y la vio partir.